
Con su pelaje a manchas
tinta negra sobre blanca,
supongo que lo habéis acertado,
Taby es mi dálmata.
De serena y firme mirada
mancha negra sobre blanca,
sí, así es mi dálmata.
Recuerdo su llegada,
tan pequeño como era,
solo revolucionó la casa,
no tenía ni nombre,
no tenía nada,
cachorrillo de mi alma .
La familia reunida,
todos por la misma causa,
era urgente, necesitaba
un nombre mi dálmata.
Consultamos en Internet
¡ Preguntamos hasta a las plantas !
pero hoy lo miro y sé que
Taby fue la opción acertada.
Ahora es tan grande y juguetón,
y cuando me ve salta,
o si no sale corriendo,
corre y trota y corre,
pero él no se cansa.
Y adoro sus orejas,
también su cola larga,
y adoro sus mofletes,
lo quiero como nada.
Taby es mi perrito,
y lo trato con cuidado,
pues él fue el regalo,
que siempre había soñado.
Ana.
Hola iguanita
te llamare guapita,
si te gusta ese nombre
haz una sonrisita,
no sonríes, ¿no te gusta?
Pues me he enfadado
no te pondre otro nombrecito.
Eres bonita, pero muy revoltosa
y te vas donde quieres
si sigues así te encerraré en la jaula.
Te metes en mi cama, detrás de la tele,
si sigues así van a pillarte.
Comes un montón
los gastos son impresionantes
comes una tonelada de comida cada día,
te vas a poner como un tonel
y tú tumbada en la cama.
Y cuando te saco a pasear te caes al suelo
y es que como sigas así
no te vas a poder quedar de pie en el suelo.
Intento domesticarte
pero siempre que lo intento
te vas a la cama
a echarte una siesta como todas las semanas.
He encontrado un truco,
es quitarle su cama
pero el muy pillín se mete en mi cama
Y cuando me voy a acostar
me ha llenado la cama de babas.
A esta iguana
no se la puede hacer nada
pero después de todo
es mi compañera.
Francisco Javier.
Mi mascota es multicolor,
naranja, cobre y blanco su color.
El nombre yo elegiré
y tú te detendrás,
en un estado de schok te quedarás.
El nombre encontré: Piolín, será
tú despertarás y feliz estarás.
Pico pequeño
cola plumada
ala alargada
y sus dos patitas
naranjitas.
Apellido encontraré,
con tu ayuda
genial aparecerá.
Al fin lo encontré, Señorín será,
todos muy contentos se quedarán.
Yo satisfecho quedaré,
el nombre y apellido encontré.
Cantando feliz él estará,
yo también,
¿ustedes contentos?
Al lo mejor será.
Mi mascota feliz está,
cantando sin parar,
al rato lo dejará
pero luego comenzará.
Él agradecido está,
está canción os cantará
muy feliz.
Alberto.
Yo tengo un perro grande y negro
con los ojos brillantes y marrones,
tiene una parte en su pecho blanca como la nieve.
Se llama Harvey porque cuando era perrito le gustaba comer "barley".
Ladra cuando está asustado y se protege de todo lo malo.
Él juega conmigo más de 3 horas cada día,
y pocas veces pretende que seamos espías.
Nos divertimos y reímos sobre todo cuando jugamos.
Pero pocas veces tenemos que esperar un mejor día para jugar.
Cada noche mi perro gracioso me dice buenas noches
y después oímos unos coches.
Cuando es la hora de comer se sienta en la silla al lado mio
y comemos tranquilos hasta que viene mi tío.
Mi perro y yo somos los mejores amigos
y nos decimos todos nuestros secretos de los enemigos,
cuando tengo que ir a colegio él me espera
y cuando vengo a casa comemos otra vez juntos y jugamos al ajedrez.
Después, un rato con la pelota roja y jugamos y jugamos...
hasta que nos dormimos.
Mi mascota y yo vivimos en paz juntos para siempre con mucha felicidad.
Freyja.
Algunas veces el fin de semana,
mi perro me despierta
sin ton ni son por la mañana,
pero me despierto alegre,
viéndole en el piso de abajo.
Él me pide que lo acaricie
y al terminar se va a comer.
Cada vez que se viene al calefactor
se acaba durmiendo,
y su mejor amigo viviendo en la calle...
Mi perro es muy amable y nunca anda gruñendo,
pero cuando nos ponemos a comer no nos deja en paz
pues todo el mundo le dice que se calle,
porque un agujero negro parece su barriga.
Su cara pidiendo dice claramente
que hambre tiene,
luego graciosamente
a llenarse la panza sin parar.
Como una gran pulga ronda por la casa
pidiendo comida o cualquier otra golosina,
mi perro es muy rápido pues
cuando lo duchamos se pone a correr
por todas las salas
incluso por la cocina.
Su nariz negra no deja de olisquear
pues a la gente no deja de acercarse
y por la casa se pone a corretear
cuando lo empiezan a llamar.
Pues se queda casi sin pelo
cuando al perro se lo cortamos.
Mi perro duerme en el piso de arriba
en alegre cojincito pegado a las escaleras.
Su cara llena de pelos
me da razones para acariziarle,
sin su compañía sola me sentía
pues una alegría me dió cuando a casa lo trajeron.
Manuel.